La escritura reflexiva: aprender a escribir y aprender acerca de lo que se escribe (2000) Miras, M.

viernes, junio 03, 2011

Miras, M. (2000). La escritura reflexiva: aprender a escribir y aprender acerca de lo que se escribe.Infancia y aprendizaje (89), pp. 65-80.

Foco de lectura
La función epistémica de la escritura: su papel como instrumento para la toma de conciencia y la autorregulación intelectual; “transformar el conocimiento” y “decir el conocimiento”. Lo anterior, visto dentro del contexto educacional: ¿se puede aprender y enseñar a escribir reflexivamente?

Texto
La escritura no es simplemente la transcripción del lenguaje oral, sino un proceso o conjunto de procesos que se dan en diversos contextos (lo que da nacimiento a diferentes géneros discursivos). En este sentido, la escritura no solo nos permite interactuar con otras personas, sino también “expresar conocimientos, ideas, sentimientos, creencias, fantasías, y en general, representar, crear o recrear los objetos de nuestro pensamiento. Nos referimos a este uso de la escritura como su función representativa o ideacional” (Miras, 2000, p.67)

Dentro de esta función representativa existiría una subfunción que tendría que ver con el “uso de la escritura como instrumento de toma de conciencia y de autorregulación intelectual y, en último término, como instrumento para el desarrollo y la construcción del propio pensamiento” (Miras, 2000, p.67), es decir, una función epistémica. Se entiende de este modo el que los procesos que se llevan a cabo en una producción escrita “hacen posible o facilitan el aprendizaje, el desarrollo del conocimiento sobre nosotros mismos y sobre la realidad” (Miras, 2000, p.67)

Por su lado, la lengua oral también posee esta función epistémica, ya que resulta el “instrumento mediador más accesible para regular y tomar conciencia de lo que sabemos y pensamos y en ocasiones para hacer avanzar nuestro conocimiento” (Halliday, 1973 citado por Miras, 2000, p.67) (No obstante desde numerosos perspectivas se ha argumentado la mayor potencialidad de la escritura en este sentido).

Ahora bien, ¿hasta qué punto los modelos actuales de composición escrita contemplan o no, y en qué medida, esta posible función de la escritura?
Dos aproximaciones a propuestas de enseñanza de escritura reflexiva:

El modelo de Flower y Hayes
Planificar – textualizar – revisar
El modelo de Bereiter y Scardamalia
“Decir el conocimiento” (reproducir el conocimiento que ya se posee) y “transformar el conocimiento” (conciencia de un problema de contenido “qué decir” y un problema retórico “con qué intención y cómo decirlo”)

¿Se puede aprender y se puede enseñar a escribir reflexivamente?
Miras, además, destaca lo siguiente:
“Sin negar la importancia de la enseñanza y el aprendizaje de estas estrategias, estas aproximaciones parecen olvidar que los procesos de escritura reflexiva tienen sentido en un contexto educativo en el que se enfatiza el carácter constructivo del aprendizaje*(Ficha Fons) del alumno, el papel activo del alumno en la construcción del conocimiento” (p.77)

Este punto me parece crucial:

La escritura reflexiva es importante, sin embargo, es necesario poner atención en el contexto educativo en la que se plantea este tipo de enseñanza. Tal como Tolchinsky & Simó plantean, la escuela hoy en día pareciera haberse convertido en un agente desalfabetizador, basándose en un método de enseñanza acumulativo en donde la escritura, más que una herramienta epistemológica, se ha transformado en un proceso mecánico de transcripción.
 “Salvo honrosas excepciones, las tareas de escritura que los alumnos deben resolver son tareas relativamente simples y mecánicas, que requieren poca composición y en las que se valora casi exclusivamente la corrección formal (área de la lengua) y la corrección de la respuestas (otras áreas curriculares)” (p.77)

Valoración

¿Cómo se está llevando a cabo el proceso de alfabetización en las escuelas? Considero que poner atención en esta interrogante llevaría a una posterior comprensión de esta función epistemológica de la escritura por parte de los estudiantes.
La aclaración de Miras en cuanto al carácter constructivo del aprendizaje también me parece importante, ya que se suma a la discusión que Ferreiro (1993) plantea en cuanto a que “la pedagogía de la lecto-escritura se ha dedicado insistentemente a una polémica infructuosa sobre los métodos” (p.41).
Creo que el problema parte en torno a esta enseñanza de la alfabetización inicial, en tomar conciencia de cómo se está llevando a cabo dicho proceso *(tema tratado en la ficha de Ferreiro)

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