Literacy practices (2000) Barton y Hamilton.

martes, marzo 29, 2011

 Barton, D. & Hamilton, M. (2000). Literacy practices. En Barton, D., Hamilton, M. & Ivanic, R. (Eds.) , Situated literacies. Reading and writing in context (pp. 7-15). London: Routledge.
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Recorrido textual
Barton y Hamilton presentan en este texto la teoría de la literacidad como una práctica social, arguyendo a un vínculo existente entre la actividad de leer y la de escribir (o en otras palabras, la lectoescritura) y las estructuras sociales en las que esta literacidad se encuentra situada. Por ello, las prácticas letradas (literacy practice), son prácticas sociales que existen solo en eventos mediados por textos escritos. De allí que existan distintos tipos de literacidades, dependiendo de los diferentes demonios de la vida de la comunidad discursiva que las lleve a cabo.

Texto
El concepto de literacidad se entiende como un conjunto de prácticas sociales, las que son observables en eventos mediados por textos escritos (1). De esta manera, la literacidad como una práctica social, es decir, como prácticas letradas (literacy practice; lo que la gente hace con la literacidad) que se leen y se basan en textos escritos, no solo se resumen a elecciones insustanciales (superficial choice) de las personas que las utilizan, si no que también tienen relación con su nivel cognitivo, con su identidad y con su posición ideológica. Más aún, estas prácticas letradas dependen de reglas sociales que dictaminan quienes pueden producir, utilizar o tener acceso a un texto (p.7-8)

De esta manera, las prácticas letradas existen solo en eventos letrados (literacy events), los que se encuentran mediados por textos escritos para el desarrollo de mencionada actividad. Muchos de estos eventos ocurren en la vida cotidiana, por lo que el evento es lo más situado que hay, es algo concreto: ocurre, es específico, tiene fecha y hora (p.8)

Los autores, además, explican que existen diferentes tipos de literacidades, debido a que cada contexto demanda diferentes tipos de prácticas letradas. De ello deriva el que existan literacidades más o menos prestigiosas que otras. Por otro lado, las prácticas letradas tienen un propósito específico, un objetivo social que puede relacionarse con el modo de pensar de cada persona, institución o comunidad. Del mismo modo, (2) las prácticas letradas se encuentran “apadrinadas” por instituciones social, lo que también contribuiría a que algunas literacidades sean más dominantes e influyentes que otras.

Además, Barton y Hamilton indican la importancia de las raíces culturales que construyen a las prácticas letradas “literacy is historycally situated” (p.13), cambian de acuerdo a las épocas y al modo de pensamiento instaurado en las personas y comunidades: “literacy practices are as fluid, dynamic and changing as the lives and societies of which they are a part” (p.13). Finalmente, (3) la gente utiliza la literacidad para hacer cambios en sus vidas, lo que equivaldría a decir que las literacidades poseen un rol tan importante en la sociedad como para llegar a afectar de tan importante modo a las personas. Así, el estudio de las literacidades podría contribuir a entender la manera en que la sociedad se estructura de acuerdo a estas prácticas.

(1) “A set of social practices; these are observable in events which are mediated by written texts” (p.9)

(2) “Literacy practice are patterned by social institutions(…), and dome literacies are more dominant, visible and influential than others” (p.12)

(3) “People use literacy to make changes in their lives” (.p14)

Conceptos:

Prácticas letradas: “Ayuda a conceptualizar la relación entre las actividades de leer y escribir y las estructuras sociales en las cuales están insertas y a las cuales ayudan a dar forma. Lo que la gente hace con la literacidad(…)no son unidades de comportamiento observables porque además involucran valores, actitudes, sentimientos y relaciones sociales” (p.7)

Eventos letrados: “Son actividades donde la literacidad es un rol. Usualmente hay un texto escrito(…)son episodios observables que surgen de las prácticas y son formadas por ellas” (p.8)
- Son situados
- Existen en un contexto social

Literacidades asociadas a diferentes dominios: "son contextos estructurados y claros dentro de los cuales la literacidad es usada y aprendida" (p.11)

Comunidades Discursivas:"grupos de personas unidas por sus formas características de hablar, actuar, valorar, interpretar y usar el lenguaje escrito"(p. 11).  

Valoración
Este texto toma otro hilo que los anteriores han comentando pero no abordado de forma tan específica: la relación directa entre un texto escrito y la sociedad. De lo anterior, se puede resumir que la actividad de leer y producir un texto pasa también por una manera de desenvolverse en la sociedad, de ideologías e identidades: ya no se trata solamente de una mera transcripción del habla, sino también de un componente que modela la forma en que la sociedad se estructura, de un “hacer con la escritura”.

Lo hablado y lo escrito (1998) Blanche-Benveniste.

Blanche-Benveniste, C. (1998). Lo hablado y lo escrito. En Estudios lingüísticos sobre la relación entre oralidad y escritura (pp. 29-64). Barcelona: Gedisa.
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Recorrido textual
La oposición entre lengua escrita y lengua hablada ha conseguido dejar a esta última relegada a una posición desfavorable para su estudio. Es más, no ha conseguido separarse de lo escrito el propio campo de lo que implica la oralidad, es decir, no existe un conocimiento para estudiar la lengua hablada, ya que esta se mezcla y confunde muy fácilmente con la lengua escrita. En este texto, Blanche-Benveniste realiza un recorrido por las diferentes características que diferencian y caracterizan tanto a la escritura como a la oralidad.

Texto
Blanche-Benveniste recoge uno de los puntos que Olson (1998) trata en su texto “Desmitologización de la cultural escrita”: la superioridad de la escritura respecto del habla, y esto debido a una pérdida de del objeto propio de estudio en la oralidad. De hecho, “la posición entre lo hablado y lo escrito va más allá. Numerosos trabajos recientes han mostrado sus implicaciones conceptuales cognitivas: la organización diferente de la información oral y en lo escrito” (p.29)

La autora enumera algunos grandes debates en torno al tema: el cómo percibir lo oral a través de las representaciones de lo escrito; cuáles son las ambigüedades típicas de lo oral y lo escrito; cómo difieren las planificaciones del discurso, en lo oral y en lo escrito; por último, qué problemas suscita la transcripción de lo oral por lo escrito. (p.30)

1) Operaciones cognitivas diferentes.

¿Es posible, sin escritura, tener una representación de la lengua?
¿Es posible, sin escritura, tener la noción de palabra?

“La escritura está hecha para anotar lo que se dice, más que lo que se quiere decir” (p.33). David Olson (1994) distingue entre lo que un texto quiere decir y lo que dice literalmente (to mean/to say).

“Una señora está sentada sobre el banco”
“Una mujer está sentada sobre el banco”

La atención literal al texto nos llevaría a decir que no se trata de equivalentes: señora no es lo mismo que mujer, por lo que en ambas frases lo que se dice es distinto.

No obstante, a nivel de “querer decir” ambas frases podrían ser juzgadas como equivalentes: consigo expresar lo que quise decir.

“Así, el modelo que ofrece la escritura sirve para pensar la lengua, y seguimos la escritura para hacer la introspección de nuestro lenguaje. Por esta vía se explica que la escritura fije la forma fónica de las palabras, y que disminuya el ritmo de las evoluciones fónicas” (p.33). De tal modo, la escritura posee un papel fundador para la representación de la lengua, no obstante, no vendría a ser una mera transcripción, ya que en muchas ocasiones puedo “querer decir” algo de diferentes modos y que aún a pesar de ello se entienda, pero que dentro de la escritura sea completamente distinto a la hora de analizarse literalmente.

Y de fundamental importancia:
“Cuando escuchamos la lengua hablada para estudiarla, nos esforzamos en cambio por captar todo lo que es efectivamente dicho (incluidos las repeticiones y los titubeos). Es allí donde se percibe la diferencia entre el decir y el querer decir: constantemente somos llevados a notar más bien lo que el hablante quiere decir y a traicionar el papel técnico del transcriptor, quien(…) debe atenerse siempre literalmente a lo que es dicho” (p.40)

2) Lo escrito presente en lo oral

“Como señala D. Olson, no tenemos conciencia de todo lo que la escritura es incapaz de representar” (p.35). Puede que las marcas de puntuación y tipografía en la lengua hablada sean un intento por asemejarse a los fenómenos orales, no obstante, existen muchas ocurrencia de la oralidad que no pueden darse en lo escrito (¿Relegamos la oralidad a un segundo plano –dejando en un primero a la lengua escrita-, pero aún así buscamos asemejar la escritura a la oralidad de la manera más fiel posible?)

Esta imposibilidad de división entre lo escrito y lo oral se da además en la idea de que “hablamos con frases, palabras bien distintas, mayúsculas y signos de puntuación, nociones fundamentalmente gráficas” (p.36)

- Pero es ahí concuerdo –entre comillas, grandes comillas- con las tesis de un Le Pen, entre grandes comillas (Minass 12, 16 citado por Blanche-Benveniste, 1998, p.35)

3) Las discriminaciones, oralmente y por escrito

“El dominio de la ortografía es presentado(…)actualmente como un bien superior a las actuaciones propiamente orales. Para la escuela, una buena ortografía vale más que una buena dicción. Las distinciones que se basan en un procedimiento gráfico son más conocidas y valen más que las que utilizan lo oral” (p.37)

Vivimos en un sistema donde ciertas cosas son más fáciles de distinguir oralmente, y otras que son más fáciles de discriminar por escrito, por ejemplo:

- Los números son más fáciles de captar por escrito (en cifras) que en el habla oral
- La ortografía ayudaría a evitar la ambigüedad en homónimos distintos (por ejemplo casa y caza)

Esto hace pensar con mucha frecuencia “que lo oral es inferior a lo escrito. Lo oral confunde, allí donde lo escrito distingue” (p.38)

4) Modos de producción

Escrito > análisis sintagmático. Un solo sentido de principio a final.
“Se presentan como productos acabados” (p.42)

Oral > análisis paradigmático, eje mnemónico de las series potenciales.
“La lengua hablada deja ver las etapas de su confección” (p.43)
Producto en proceso

5) Dificultades de la transcripción de lo oral

“Sin el auxilio de la representación visual, no se puede recorrer lo oral en todos los sentidos y comparar fragmentos” (p.50). Esto motiva a afirmar que la escritura no es un simple instrumento de trasposición de lo oral, existen dificultades en:

- Fónico
- Contextos, turnos y actos de habla
- Pausa/interrupciones
- Signos de puntuación y fenómenos elocutivos
- Formas de palabras que se apartan de la norma
- Neutralizaciones

Valoración
El texto funciona como una profundización del anterior (Olson, 1998) en cuanto a la posibilidad de ver punto por punto las similitudes, diferencias y confusiones que se dan entre lo escrito y lo oral. El trabajo de Blanche-Benveniste de examinar la oralidad en sus propias características, encontrar los problemas que subyacen en su distinción con lo escrito, y su propuesta de reelaborar categorías de análisis que tomen en cuenta el carácter propio de la lengua hablada, es muy provechoso.

Los ejemplos en francés en algunos casos se alejan de la realidad de nuestra propia lengua –el español-, como en el ejemplo de la confusión existente en la pronunciación de los números, pero son los menos. Rescato que muchas de las ejemplificaciones son fácilmente comprensibles y didácticas, extrapolables al español.


Desmitologización de la cultura escrita (1998) Olson, D.

lunes, marzo 28, 2011

Olson. D. (1998). Desmitologización de la cultura escrita. 
En El mundo sobre el papel (pp. 21-39). Barcelona: Gedisa.
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Recorrido textual
En este texto, Olson realiza una meticulosa inspección sobre el papel  casi «tiránico» que se le ha conferido a la escritura por sobre la oralidad, a partir de la revisión de distintos mitos que argumentan a favor  del desarrollo de supuestas habilidades cognitivas superiores por medio de la escritura. Las ideas preconcebidas a partir de esta mitologización de la cultura escrita son tomadas como base por el autor para dar un cimiento introductorio al vínculo existente entre cognición, escritura y sociedad.
  
Texto
Parece ser que en la sociedad de hoy en día ningún hecho significativo pudiera llevarse a cabo si no es por medio de la escritura: desde la declaración de una guerra hasta un cumpleaños; todo se reduce a una producción escrita. Por tanto, es plausible afirmar que "entre nuestras habilidades más valoradas se encuentra nuestra capacidad para utilizar textos escritos, es decir, nuestra cultura escrita" (p.21). 

De lo anterior puede atribuirse la idea que nuestra "superioridad cultural respecto de nuestros ancestros iletrados, así como de nuestros vecinos no occidentales, [proviene de] un simple artefacto tecnológico: un sistema alfabético de escritura" (p.22), es decir, solo una cultura letrada como la nuestra puede considerarse avanzada y superior, lo que reduciría a los «iletrados» a ser parte de un defecto del mundo: la falta de una cultura escrita sería causa de problemas sociales como la pobreza y el desempleo.

Pero, ¿son realmente ciertas estas conjeturas?
Olson enumera las siguientes creencias en torno a la cultura escrita, indicando las pruebas que derriban a cada uno de estos mitos en torno a la escritura:

1) La escritura es la transcripción del habla
Creencia: "La escritura no es más que el habla «por escrito»" (p.23), es decir, la marca oral se transcribe directamente en una marca visible.
Objeción: "Los sistemas de escritura sólo captan ciertas propiedades de lo que se dice(...), dejando el modo en que fue dicho y las intenciones radicalmente sobrepresentados" (p.23-24), es decir, esta transcripción no expresa el cómo decimos.

Mito que se relaciona con la “insistencia escolar en transformar en escrito todo lo que el alumno lee, todo lo que ve, y todas las posibles experiencias de los muchachos” (p.164) (Tolchinsky & Simó); la sobreexplotación de la escritura al creer erróneamente que esta es una mera transcripción de lo que se habla.

2) Superioridad de la escritura respecto del habla
Creencia:"Habla es vista como una posesión «imprecisa y desordenada»" (p.23) en tanto "la escritura es vista como un instrumento de precisión y poder" (p.23), solo esta última es capaz de transmitir correctamente un significado.
Objeción: "La escritura es fundamentalmente independiente del habla" (p.28), vale decir, a cada una debería estudiársele por separado y analizando las cualidades propias que les hacen ser diferentes: se ha perdido el objeto propio de estudio.
Además, "todas las lenguas humanas tienen una rica estructura léxica y gramatical que es capaz de expresar(...)todo el espectro de significados" (p.28).


3) Superioridad tecnológica del alfabeto
Creencia: "Evolución del alfabeto como la consecución de medios visibles cada vez más precisos para representar patrones de sonidos" (p.24), es decir, el alfabeto sería la herramienta más perfecta para representar los sonidos del habla, frente a otros sistemas menos perfectos (como el de culturas no alfabéticas).
Objeción: "El alfabeto(...) [es] la adaptación de un silabario" (p.29), además tiene un uso limitado, sus patrones no son ciertamente precisos -la existencia de la polisemia y homonimia son argumentos para ello-, añadiendo que nuestra cultura ha tenido un "tardio reconocimiento de los niveles de «alfabetización» en culturas no alfabéticas(...) que «suele superar los niveles de las culturas occidentales»" (Stevenson et al., 1982, citado por Olson, 1998).

4) Escritura como órgano de progreso social
Creencia: "El auge de la alfabetización popular dio como resultado instituciones sociales racionales y democráticas" (p.25), el progreso social y el desarrollo van de la mano con una cultura alfabetizada. El analfabetismo es una amenaza a este desarrollo.
Objeción: "La cultura escrita no sólo es la vía real hacia la liberación, sino también(...), un medio a la esclavitud" (p.29), la escritura puede utilizarse también como instrumento de control social, favorece determinados roles. Además, el progeso económico o social se ha dado en sociedades que no han necesitado de la alfabetización.

5) Cultura escrita como instrumento de desarrolllo cultural y científico
Creencia: La cultura escrita y la escritura son en "gran parte responsables del surgimiento de modos de pensamientos distintivamente modernos" (p.26). La cultura escrita erradica las creencias por mitologías: conlleva al saber racional.
Objeción: Civilizaciones tan importantes como los griegos privilegiaban la cultura oral, la dialéctica. "El análisis y la argumentación como instrumentos de conocimiento" (p.32).

6) Cultura escrita como instrumento de desarrollo cognitivo
Creencia: Las habilidades cognitivas se desarrollan por medio de la escritura. "La cultura escrita imparte un grado de abstracción al pensamiento que está ausente en el discurso oral" (p.27). Es decir: la escritura desarrolla una cognición superior.
Objeción: "El conocimiento puede comunicarse de diversas maneras: mediante el habla, la escritura, gráficos, diagramas, cintas de audio, vídeos" (p.32), los métodos de enseñanza pasan por otros medios a parte de la escritura.

Con lo anterior, Olson no niega la posible existencia de un vínculo entre la escritura y la cognición: "es al menos plausible que la cultura escrita contribuya de manera especial al desarrollo de modos distintivos de pensamiento" (p.37), no obstante, la ausencia de nociones claras en torno a ambos conceptos ha impedido que existan argumentos lógico-empíricos que lo establezcan.

Finalmente, el autor propone como objetivo el "indicar los modos en que la enseñanza de la lectura y la crítica de textos contribuye al desarrollo del pensamiento crítico general", es más, a "mostrar cómo nuestra comprensión del mundo(...)son producto de nuestras maneras de interpretar y crear textos escritos" (p.39), es decir, ir más allá del estudio de la escritura como una simple transcripción.

Valoración
Como introducción al tema el texto entrega muchas herramientas y conocimientos para empezar a desenvolverse dentro de la materia. Además, la explicitación de los distintos mitos con cada una de sus objeciones posibilitan al lector a formar distintos enfoques que no se basen puramente en un único tópico.
Lo que más resalto es la manera en que el autor no otorga un dictamen lapidario del asunto, (en cuanto a un vínculo existente entre cognición y escritura), si no que explicita distintas miradas del tema, permitiendo al lector tener un espectro de posibilidades para empezar con un análisis propio del asunto.